Batuta
- New Society
- 4 sept 2020
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 30 mar 2021
Music as part of the process of building the most affected communities by the conflict.

Colombia is ending an internal conflict of more than five decades that has left more than a quarter of a million deaths and seven million displaced persons. Although the signing of the peace agreement in 2016 marks the end of the armed conflict, the process of building a stable and lasting peace is still in its early stages.
Nevertheless, cultural and artistic initiatives have been developed and consolidated and are being implemented to help rebuilding social relations and resilience. These alternatives offer a more neutral space for mutual understanding than activities explicitly dedicated to peacebuilding, because they bring people from different groups together around a common interest and goal rather than around conflict-related issues, generating empathy.
A clear example of this variety of initiatives is what the Batuta Foundation of Colombia does, seeking to provide a space for young people affected by conflict and poverty to coexist. For 17 years, Batuta has provided quality music education with a focus on collective practice. Its "Music for Reconciliation" program reaches 18,000 young people, helping to rebuild social relations and reintegrate war victims through music.
Music for Reconciliation has helped to create a sense of mutual understanding and empathy among participants in different areas of life, contributing to reconciliation. Batuta members agree that this beautiful experience increases their resilience and reduces their vulnerability to violence. More specifically, those who take part in this program feel protected against the risks generated in their strong and complex social contexts (recruitment by guerrilla groups, links with criminal groups, drug addiction, among others). In addition, young people expand their social networks and improve the quality of interaction with their families.
Within this type of program, activities are developed allowing children and young people affected by violence to mitigate the emotional suffering caused by the events they have experienced and to strengthen their capacities, favoring the processes of recovery and restoration of their dignity and autonomy. Similarly, spaces are created for the reconstruction of identities, memory, and social fabric.
The Batuta project for reconciliation has among its direct beneficiaries a significant percentage of the population in a condition of disability, the Afro-Colombian and indigenous population.
This is evidence of how art is a fundamental part of peacebuilding.
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BATUTA
La música como parte de la construcción del tejido social en las comunidades más afectadas por el conflicto.
Colombia está poniendo fin a un conflicto interno de más de cinco décadas que ha dejado más de un cuarto de millón de muertos y siete millones de desplazados. Y aunque, la firma del acuerdo de paz en 2016 marca el fin del conflicto armado, el proceso de construcción de una paz estable y duradera aún está en sus primeras etapas.
No obstante, se han desarrollado y consolidado iniciativas culturales y artísticas que se están llevando a cabo para ayudar a reconstruir las relaciones sociales y la resiliencia. Estas alternativas ofrecen un espacio más neutral para la comprensión mutua, que las actividades dedicadas explícitamente a la consolidación de la paz, porque reúnen a personas de diferentes grupos en torno a un interés y un objetivo comunes, generando empatía, más que en torno a cuestiones relacionadas con el conflicto.
Un claro ejemplo de esta variedad de iniciativas esta en lo que realiza la Fundación Batuta de Colombia, la cual busca proporcionar un espacio de coexistencia para los jóvenes personas afectadas por los conflictos y la pobreza. Durante 17 años, Batuta ha proporcionado una educación musical de calidad con un enfoque en la práctica colectiva. Su programa "Música para la reconciliación" llega a 18.000 jóvenes, utilizando la música para ayudar a reconstruir las relaciones sociales y reintegrar a las víctimas de la guerra.
Este programa ha ayudado a crear un sentido de comprensión mutua y empatía entre los participantes en diferentes ámbitos de la vida, contribuyendo a la reconciliación. Los miembros de Batuta están de acuerdo en que esta linda experiencia aumenta su capacidad de recuperación y reduce su vulnerabilidad a la violencia. Más específicamente, quienes hacen parte de este programa se sienten protegidos contra los riesgos que se generan en sus fuertes y complejos contextos sociales (reclutamiento por grupos guerrilleros, vínculos con grupos delictivos, drogadicción, entre otros). Además, los jóvenes amplían sus redes sociales y mejoran la calidad de la interacción con su familia.
Dentro de este tipo de programas se desarrollan actividades que permiten a los niños, niñas, y jóvenes afectados por la violencia, mitigar el sufrimiento emocional por los hechos vividos y potenciar sus capacidades, favoreciendo los procesos de recuperación y restablecimiento de su dignidad y autonomía.Igualmente, se crean espacios para la reconstrucción de las identidades, memoria y el tejido social.
El proyecto de Batuta para la reconciliación tiene entre sus beneficiarios directos un importante porcentaje de población en condición de discapacidad, población afrocolombiana e indígena.
Esto es evidencia de como el arte es parte fundamental de la construcción de paz.
LAURA RODRÍGUEZ
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